Vinos espumosos: Una experiencia nueva y exquisita

Pese a que los vinos espumosos ocupan el tercer lugar en la preferencia de los guatemaltecos, luego de los tintos y blancos, Distribuidora Alcazarén le apuesta a una renovación de nuestro gusto vinícola. Y es que las tendencias mundiales del consumo de vinos, llevan a los espumantes a un aumento constante, debido a la versatilidad que ofrecen en cuanto a maridaje ya las ocasiones apropiadas para consumirlo.

Es por ello que Alcazarén presentó recientemente la marca Gloria Ferrer en Guatemala. Gloria Ferrer es una bodega reconocida en el mundo por sus vinos espumantes de carácter especial, que logra gracias a los efectos de la brisa fresca del verano y la niebla de la mañana en la bahía de California, donde cuenta con 335 acres de viñas.

Con 30 años de experiencia en la elaboración de vinos Chardonnay y Pinot Noir de clase mundial, es la productora de vinos más antigua en Carneros, California, y pionera en el cultivo de uva Pinot Noir en la región. Esta uva es la mejor para la elaboración del méthode champenoise.

Pero la historia de Gloria Ferrer se remonta hasta hace 6 siglos, en España, donde la familia Ferrer estaba establecida plenamente en la viticultura. A principios del siglo XX, los Ferrer y otras familias productoras de vino crean Freixenet, la casa de vinos más grande de España. Posteriormente Pedro Ferrer abrió una bodega en Estados Unidos, pero falleció a causa de la guerra civil española, por lo que su familia se trasladó a Estados Unidos y sus hijos se hicieron cargo de hacer realidad el sueño de su padre, y es así como nace Gloria Ferrer. La familia encontró en los vinos espumantes la combinación perfecta para las condiciones climáticas del lugar, lo que les llevó a adquirir uvas Pinot Noir y Chardonnay, siendo los primeros en plantar estos clones en Carneros.

Los vinos espumantes se caracterizan por poseer gas disuelto, resultado de una segunda fermentación en envases que retienen el CO2 producido. “Gloria Ferrer es el exponente por excelencia de los vinos del Nuevo Mundo, con gran orgullo de su herencia española. La combinación de las bondades naturales de la región californiana junto al proceso de elaboración y fermentación que puede tomar desde 3 hasta 10 años producen una variedad exquisita de sabores, que estamos seguros serán del gusto de los guatemaltecos para acompañar sus celebraciones y maridar variedad de comidas” afirmó Eduardo Castro, Gerente Comercial de Distribuidora Alcazarén.

En Guatemala presentaron dos selectos vinos espumantes:

Sonoma Brut: Producido con uvas Pinot Noir y Chardonnay, que a diferencia de vinos de gama inferior, son cosechadas a mano. Esto produce una diferencia sustancial, ya que en la recolección industrial con máquinas, se mezclan uvas, hojas y tallos, con lo cual se producen vinos con sabores vegetales diversos. Mientras que con la recolección a mano y los métodos tradicionales aplicados a la producción del Sonoma Brut, se logra un vino Pinot Noir, de perfil aromático y paladar complejo que la uva de piel roja aporta a los vinos Brut.

La sensación en el paladar es de toques cítricos, almendras tostadas y sabores de manzana, sobrepuestos a una efervescencia persistente. Este vino es muy versátil y puede combinarse perfectamente con mariscos, cangrejo, pollo asado o sushi. También resulta un compañero muy recomendable para los platillos de la cocina nacional guatemalteca que incluyan variados ingredientes: Como el Pepián, Fiambre, o Kak ik, ya que limpia el paladar, permitiendo que apreciemos todos los sabores del platillo en cada bocado.

Va de Vi: Es un elegante vino espumoso elaborado con el méthode champenoise, de clara herencia española. Es elegante y refrescante, seco en un nivel muy equilibrado, y es una mezcla clásica de Pinot Noir y Chardonnay, con un rastro de Muscat. Capta los exuberantes aromas y sabores de la fruta perfectamente madurada. Este vino ofrece aromas de manzana madura, pera asiática y cerezas. La sensación en el paladar es de ricos sabores de melocotón maduro, limón Meyer, bayas frescas y vainilla cremosa, unidos con texturas en un acabado duradero.

Es un aliado en el maridaje de paté, puede combinarse con la cocina india o tailandesa, también con postres a base de fruta: como el bizcocho con dulce bayas, pera o manzana tartas. También es recomendable con queso de cabra fresco, queso brie u otros quesos semi-blandos. En cuanto al maridaje con platillos nacionales, es un aliado muy recomendable para platillos de sabores intensos y especiados, como nuestros tradicionales recados.

De manera que es muy recomendable ampliar nuestra experiencia vinícola, e ir más allá de los acostumbrados vinos tintos y blancos. Les aseguramos que los espumantes les ofrecerán una experiencia digna de repetirse.